Entrevista a Andrés Ruiz Segarra
Hoy tengo el placer de presentaros a Andrés Ruiz Segarra autor de varios libros entre ellos de El Legado de Zundra y Cuando las noches hablaban de jazz.
Para empezar esta entrevista me gustaría que me hablases un poco sobre ti, edad, trabajo que desempeñas en la actualidad además de escribir, aficiones, etc…
Hablar de mí mismo puede ser una buena publicidad pero da muestra del terso egocentrismo que recorre a los escritores y supongo que también a otros artistas. Soy un creador innato; una de esas personas que pueden pasar largas y nutridas horas escribiendo, dibujando, componiendo, o incluso fotografiando. Ya he alcanzado el canoso umbral de los cincuenta y aún me pregunto algunas cosas que me inquietaban a los quince. Solo que ahora las miro con menos grado de ingenuidad.
Imparto clases de escritura creativa, lo cual, y es de agradecer, me permite inflar el aliento literario y enciende mi curiosidad como si se tratase de pequeños reinicios.
¿Cuál fue el motivo que te impulsó a escribir tu primera novela?
Pues sencillamente la envidia; esa masa deforme y astuta que algunos califican de sana cuando es constructiva. En mi caso fue una envidia galopante desde que a los ocho años leí unos versos de Miguel Hernández. Los memoricé, y en la escuela los presenté como propios, creyendo nadie más que yo en el mundo había leído Tristes guerras. Naturalmente el profesor corrigió mi osadía, no sin un ademan de sorpresa y desconcierto.
Creo que advirtió en aquel niño algo muy arraigado a la literatura. Después no dejé de escribir, pero a pesar de mi facilidad para la prosa todo lo que hacía eran textos sueltos e inconexos. Un día esa envidia se transformó en objetivo: reunir mis escritos en una sola obra, algo ante lo que pudiera sentarme a escribir de nuevo al día siguiente. Así nació mi primera novela que aún sigue inédita (quizá por pudor o tal vez porque habla demasiado de mí mismo).
¿Cómo definirías tu estilo a la hora de escribir?
Soy un autor de ficción, de narrativa en tono cálido; íntimo. Aunque he experimentado con otros registros como en Las notas desafinadas. He dicho ya, en alguna otra entrevista, que sumergida en mis obras hay una reivindicación por los valores humanos; quizá suene presuntuoso, pero me gusta pensar que así es.
Me gustaría que me dijeras qué se puede encontrar el lector en tu novela Las notas desafinadas.
Las notas desafinadas, como dije antes, tiene un registro ligeramente distinto a mi prosa habitual. Camina de la mano del llamado realismo sucio y su matiz es urbano. Sin embargo cierto romanticismo se desarrolla en la novela con una épica basada en la trágica suerte de los sintecho, los desheredados de la sociedad, los invisibles, las notas que no concuerdan en la melodía idílica con que se reviste de opulencia la gran ciudad.
Como medio de transporte para desarrollar las muchas historias que confluyen en novela, inserto una incógnita esotérica que da carácter a uno de los personajes: Eulalia.
Y para concluir te diré que Las notas desafinadas cose, como lo haría un sastre, de forma específica y muy cuidada, a todos y cada uno de los personajes que sin embargo ignoran tales conexiones.
¿Cuánto tiempo tardaste en escribirla?
Aproximadamente unos seis meses. Es una obra de pequeño formato.
¿Te sientes identificado con alguno de los personajes?
Me siento identificado con una pequeña parte de cada uno de ellos.
¿Has presentado alguno de tus libros en público? De ser así, ¿podrías hablarme de cómo fue la experiencia?
Bueno, he protagonizado un par de presentaciones y he participado en varias firmas de mis libros. Eso es precisamente lo que más me cuesta, no sé qué cara poner y me siento algo violento. Pero admito que al terminar, pese al alivio, el ego literario viaja en una nube durante unos diez minutos…
Los humanos nos caracterizamos por crear en nuestra mente muchos sueños que a veces se cumplen y a veces no. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Alguno se cumplió?
Bueno, es evidente que el de publicar como autor literario se cumplió; aunque como dije antes la euforia apenas dura diez minutos. Me gustaría que mi faceta de cantautor alcanzase cierto nivel de difusión; como sueño quizá ese sea el mío. El resto son solo objetivos personales que voy construyendo poco a poco como todo el mundo.
¿Has contado siempre con el apoyo de tu familia y amigos en el tema de la publicación de tus libros?
El apoyo, de un modo u otro, siempre ha estado ahí, sobre todo al principio, cuando las cosas eran más difíciles.
¿Te documentaste bien antes de escribir tu libro? ¿Cuánto tiempo empleaste aproximadamente?
Siempre me documento durante la creación de una novela, en mi opinión ese proceso es uno de los más agradables e interesantes a la hora de escribir. En El legado de Zundra, por ejemplo, tuve que informarme sobre el procedimiento antiguo para la forja de espadas y el tipo de armas nórdicas de la época. Y en Cuando las noches hablaban de jazz sobre los inicios de este estilo musical y los grandes intérpretes. No suelo emplear la mayor parte del tiempo documentándome, de lo contrario me perdería en ello, y depende mucho de la novela en sí, pero diría que una tercera parte del transcurso de escritura es documentación.
La gran mayoría de los escritores coinciden en que las redes sociales los ayudan a difundir sus libros y darse a conocer. ¿Coincides con ellos o crees que existen otros medios que pueden ser más efectivos?
Cuando no se dispone de grandes editoriales que costeen la publicidad de tu obra es obligado para el autor utilizar todos los medios a su alcance. El elemento clave es hacerlo en sintonía con los lectores, ofrecerles componentes interesantes y temas que se agradezcan, no solo un continuo bombardeo de publicidad. También hay servicios que cobran por hacer ese trabajo. Supongo que es una cuestión de oportunidades, de opiniones y de poder adquisitivo. En mi caso trato de ofrecer una cercanía sincera con el lector y compartir mis creaciones y mi música.
¿Conoces a algún escritor independiente que viva de sus libros? ¿Lo crees posible hoy día?
No. Y no creo, salvo notables excepciones, que se pueda vivir solo de ello.
¿Has leído alguna vez a un autor auto publicado? ¿Podrías decirme a quién y qué te pareció?
Sí, he leído alguna vez ese tipo de publicación. Hay de todo, como en todo. Auto publicarse no define a un autor, es su obra una vez terminada quien lo hace.
¿Qué consejo le darías a un escritor que tiene miedo escénico?
No soy la mejor persona para dar consejos sobre ello. Solo le diría que sus ganas de ser escritor deben ser más fuertes que ese miedo. No hay más que una vida que vivir.
¿Estás trabajando en alguna nueva novela?
Si, en realidad tengo varios proyectos empezados y uno en concreto que está en fase de corrección.
Te agradezco tu tiempo y te deseo mucho éxito.
Muchas gracias.